"La idea de tradición no es incompatible con la innovación, mientras que en cambio, cuando le es negada a la arquitectura la posibilidad de vincularse con una tradición, se la sitúa a un paso del desarraigo, de la incapacidad de pertenecer a un sitio y de prolongar una cultura. La ciudad contemporánea contiene abundantes pruebas de esa laceración."
Carlos Martí Arís, La cimbra y el arco.
Continuar con la salvaguarda del legado cultural sobre la base de
entenderlos y reafirmarlos como recursos
culturales de una sociedad que construye en el tiempo, y destacar su
importancia mediante su cuidado y desarrollo como lugar y arquitectura, en estrecha relación con el
medio ambiente- social, y cultural es algo que se vuelve indispensable en la nueva arquitectura.
La
diversidad de soluciones creativas que plantea un proyecto arquitectónico sobre
preexistencias, sea éste de rehabilitación, de ampliación o de obra nueva
integrada a un entorno histórico-cultural, están relacionadas con la aceptación
de la ciudad y su arquitectura como una manifestación tanto de valor
histórico-documental, como también de valor intrínsecamente artístico arquitectónico.
Ambos aspectos, considerados en un contexto histórico, cultural y social de
relevancia, deben converger, tanto en la
valoración de los atributos patrimoniales, como en su reinterpretación innovadora
contemporánea, haciendo que se revele la vigencia de las cualidades que se
intenta intervenir.
Auditorium Paganini, Parma, Italia - Renzo Piano
Se hace
evidente la vinculación que para la obra preexistente tiene del territorio, el
lugar y el paisaje como un todo; dotando a la arquitectura de
cualidades-valores no solo históricas por su antigüedad sino, fuentes
documentales, signo, recursos culturales; conceptualizando un patrimonio vivo,
habitado, elaborado in situ- in visu, en estrecha relación con el concepto de lugar.
Entendemos el concepto de lugar, como el conjunto
de edificaciones, y su entorno urbano, cargado de manifestaciones culturales
propias de una o varias sociedades, tanto físicas como inmateriales, las que
muchas veces sobrepuestas testimonian su existencia en un espacio singular. Una
simbiosis de cultura arquitectónica con el medio ambiente, que en el tiempo va
registrando patrones de autenticidad.
Museo Kolumba, Colonia, Alemania - Peter Zumthor
En el actual panorama de la arquitectura hay
quienes buscan trabajar asépticamente en espacios vacíos,
baldíos urbanos, sin preexistencias construidas ni vestigios. Son aquellos que
pretenden plantear ingenuamente sus propuestas «ex novo», como si se tratara de
actuaciones fundacionales. Pensar en un ámbito de actuación proyectual
absolutamente inicial es un delirio o, al menos, una simplificación, que no
considera que toda acción arquitectónica actúa siempre sobre un conjunto de
preexistencias, a veces físico- arquitectónicas y urbanas, y en todos los casos
con otras de carácter ambiental, climático, geográfico, paisajístico; en
resumen culturales. Preexistencias son también, la estructura socioeconómica de
una población, sus hábitos de ocupación del espacio, las estructuras legales, y
también los condicionamientos tecnológicos de una época.
Este concepto o suma de ellos es muy extenso y podríamos llevarnos días debatiendo sobre el mismo pero lo que pretendía con esta entrada es acercar de una manera ingenua e inexperta como poner en conexión la tradición, la cultura, lo preexistente, con la innovación sin tener que recurrir forzosamente a las formas del pasado o sin lacerar lo existente en pos de la innovación. Simplemente, acercandote, entendiendo e interpretando el Lugar.